El chantaje emocional es una especialidad, se sabe cuando alguien quiere tener el aire lastimero de una mirada, un gracias parecido al sacrificio o ese abrazo que confirma el sello de lealtad eterna.
Y como ya antes se ha hipotecado la vida en ese rosario de acciones, hoy sólo no se entró al juego y un rencor se está gestando, habrá que esperar el cobro de tal afrenta.
Y habrá que esperar si se quiere pagar la deuda.
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